Cuenta
la leyenda que, luego matar a su esposa y a sus hijos en un ataque de
locura, la necesidad de redimirse llevó a Hércules a consultar al
oráculo de Delfos. Allí le fue indicado que debía llevar a cabo
los trabajos que le indicara Euristeo, quien, por cierto, usurpaba su
trono. Doce labores titánicas fueron resueltas así, una tras otra,
por Hércules, con extremo esfuerzo.
No
muy distinta parece la labor que les espera a los gobernantes y a las
sociedades luego de la loca pandemia que nos asuela, aunque ni el
impacto diferencial en los distintos grupos, ni los problemas
específicos de cada país permiten elaborar agendas conjuntas.
En
esos debates, un oráculo de la revista francesa Alternatives
Economiques, Céline Mouzon, plantea que la crisis viral sirve de
banco de prueba para ocho soluciones a grandes problemas
contemporáneos. Lo interesante del artículo es que juega a la vez
con los daños causados
por el Covid-19, pero sin perder de vista que éstos se engarzan con
problemas en muchos casos preexistentes. Además, las improvisadas
medidas para moderar el impacto del Covid imponen algunos cambios que
están lejos de ser transitorios.
Varios
de los ensayos resultan de particular interés, pues abren debates
largamente postergados en la economía y en la sociedad de Argentina,
dominada desde hace tiempo por un discurso neoliberal que impregna el
sentido común e ipide avanzar en la búsqueda de soluciones de
fondo. Es que el discurso resulta siempre una herramienta fundamental
para construir poder y sentido común. Y el discurso y sus canales ha
sido dominado por muy pocos en las últimas cinco décadas.
Desgranemos
entonces algunos problemas enunciados por la delfina y tamicémolos
por nuestra propia realidad. La idea de esta nota es abrir algunos
debates, no plantear soluciones. Pues precísamente ese es el desafío
el que Argentina de las últimas décadas más se debe.